¡Con el poder de tu mente, puedes recolocar el mundo!

Somos seres complejos, con necesidades y aspiraciones, con proyecciones y deseos, y todos estamos impulsados ​​por nuestro camino por la esperanza, para convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos. Este desiderátum es garante de un estado de equilibrio y plenitud y un indicador del grado de felicidad.

Queremos "estar bien", y para acceder a este estado debemos de crear las premisas necesarias. Explorar y comprender el área del desarrollo personal es fundamental para construir estas premisas.

Como sé que puedes reconectar el mundo con el poder de tu mente, te ayudaré a llegar a ese punto en el que te des cuenta de que te has convertido en una persona cautivadora, influyente y exitosa.

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Aidoma es el proyecto más complejo que he creado, y un proyecto en el que he invertido miles de horas de trabajo, de esperanza y de propósitos. Significa mi forma de encontrar mi lugar en este mundo y de dar sentido a mi propia existencia. Creo que es mi primer acto verdadero de valentía, de tener un sueño, una idea, y de renunciar a todo para transformarlo en realidad.

Ahora estoy preparada para compartir esta realidad contigo, de hacerte partícipe de ella. Mediante Aidoma, quiero sembrar en ti la pasión por la forma de descubrimiento más importante: la tuya y la de los demás!

Sobre mí como persona...

Nací, crecí, me formé y me desarrollé en un mundo donde el éxito se presentaba como una garantía para los demás. No nací con estrella, aunque me hubiera gustado, ni podría llamarme afortunada, porque no creo en la suerte, pero la genética o la divinidad me han concedido algunas cualidades que han sido suficientes para poder comenzar a construirme poco a poco.

Si tuviera que decir una palabra que me definiera, sin duda diría « ambición». No existe el «no puedo», y esto me viene a la cabeza todo el tiempo. Los obstáculos son desafíos necesarios que me ayudan a conocerme y a valorarme, y cuanto más difícil se vuelve una cosa, más me motiva.

Soy una persona equilibrada, pero me concedo la libertad de tener pequeños resbalones, de otro modo no creo que pudiera disfrutar de la vida plenamente. No sabría cómo disfrutar al máximo de un buen momento o un buen acontecimiento si no viviera los momentos menos buenos. Tampoco sabría apreciar a una persona maravillosa si no conociera malos corazones ni mentes retorcidas, y no sabría celebrar el silencio si no me lanzara a la tormenta a veces. Así pues, no soy una persona perfecta ni tiendo hacia ello. Sin embargo, estoy convencida de que mañana puedo ser un poco mejor y más sabia que hoy.

Considero que he encontrado la receta de la realización personal y profesional porque es lo que he deseado. No la llamo la receta del éxito, porque el éxito como yo lo veo puede parecer diminuto a los ojos de uno o intangible a los ojos de otro. Pero siento y saboreo la sensación de realización y de satisfacción, y lucho para conservarla. Si yo he tenido éxito y si creo firmemente en el poder del ejemplo, también puedes tener éxito tú, si eso es lo que deseas, especialmente porque ... ¡no es para nada difícil!